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Diagnosticada con Cáncer en navidad. ¿Puedo disfrutar de las fiestas?
El cansancio crónico, los malestares generales, el miedo o impedimento a consumir los deliciosos platillos navideños sin que nos hagan daño y la horrible sensación de insatisfacción con nuestro físico debido a los estragos temporales del tratamiento oncológico, son algunas de las cosas que nos ponen a pensar si en verdad queremos o podemos festejar estas hermosas fechas.  

Posiblemente, si esta es tu primera navidad diagnosticada, también sea la primera navidad en la que, a conciencia vas a dedicarte cien por ciento de tiempo. Ahora te peguntas: Fui diagnosticada con Cáncer en navidad. ¿Puedo disfrutar de las fiestas? ¡Por supuesto que sí! Como en todo, solo tienes que seguir algunas recomendaciones que aquí te compartimos.

Primero tú

Siempre pensamos en los demás y eso no está mal, pero solamente hasta cuando nuestro cuerpo nos avisa que hemos descuidado algo, que algo no marcha bien, solo ahí, paramos y prestamos atención a nuestra integridad y salud.

Lo hecho, hecho está, ya estás diagnosticada y, como hemos mencionado en otros de nuestros blogs, Cáncer no es sinónimo de muerte, así que, con la actitud adecuada y los cuidados necesarios, podrás y deberás disfrutar de las fiestas decembrinas.

¿Diagnosticada con cáncer puedo festejar normal?

Como sabes, los síntomas que se manifiestan al ser diagnosticada con cáncer y sus respectivos tratamientos no traen los mismos efectos para todas. Habrá quienes se agoten mucho más rápido, así como quienes se sientan tan normal como casi siempre.

Por lo tanto, es importante que planees muy bien a donde pasarás las fiestas, ya que, eventualmente quizá necesites tomar una siesta y si eres de las que no se siente cómoda durmiendo en casa ajena, esto podría incomodarte.

Por otra parte, si vas a pasarla en familia, procura hacerlo en tu casa o no muy lejos de ella, de este modo, en caso de sentirte indispuesta, podrás cuidarte mejor.

Lleva contigo tus medicamentos y tu carpeta de controles médicos. Así, en caso de una recaída, será más fácil acudir directamente a tu centro médico.

Si siempre eres quien se encarga de la cena navideña, este año delega esa responsabilidad a otros para evitar fatiga o malestares causados por el esfuerzo y la exposición a olores que pueden indisponerte. Una navidad sin tu sazón no hará daño, y así, todos valorarán más tus esfuerzos a partir del otro año.

Cuando somos diagnosticadas con cáncer, nuestras defensas bajan, somos más vulnerables a cualquier patógeno externo que quiera visitar nuestro cuerpo y hacer de las suyas. Es importante entonces que, si compartes con un grupo considerable de personas, cuides de ti.

Usar el tapabocas, lavarte las manos continuamente y evitar al máximo abrazos o besos, es fundamental para no poner al máximo tu barrera inmunológica. ¡Cuídate ahora, para que más adelante, puedas abrazar al mundo!

¿Puedo arreglarme como lo hacía en navidades pasadas?

Por supuesto que sí. El atuendo que inicialmente debes ponerte es ¡La buena actitud! Posiblemente, todas las navidades tú eras quien se encargaba de decorar, amenizar, preparar la mesa navideña, alistar los atuendos de cada uno de tus seres queridos y, por último, el tuyo.

Esta vez, eso cambiará. Puedes, obviamente, si tu estado de salud te lo permite, seguir como de costumbre ayudando con todo lo que puedas en casa, solo no te excedas, priorízate.

En cuanto a si puedes maquillarte, arreglarte, subirte en unos bellos tacones, claro que puedes hacerlo. Todo radica en la resistencia de tu cuerpo y en que no provoque más tarde un agotamiento innecesario

No está de más recomendarte que por esta vez, escojas un outfit lo más cómodo posible: zapatos bajos y ropa holgada, serán la mejor opción, ya vendrán otras navidades en las que podrás lucir tu figura.

Respecto al maquillaje, existen alternativas de maquillaje natural, sin embargo, en tiempos de tratamiento lo mejor es priorizar el cuidado de la piel con productos de hidratación naturales como: emoliente cutáneo y el Syndet, especialmente creados para estos casos. Dejar respirar la piel es fundamental teniendo en cuenta que está recibiendo componentes que la debilitan.

Te puede interesar: Consejos para vestirse después de la mastectomía

¿Puedo comer normal estando diagnosticada con Cáncer?

Siempre que mantengas las recomendaciones de tu equipo médico, estarás bien. Ciertamente, existen deliciosos platillos navideños que a veces descartamos y nos convencemos de que solo, los antojitos cargados de grasa o azúcar son dignos de llamarse “antojos navideños”.

Más que el tipo de alimento es la cantidad que consumas lo que debes cuidar, pues, normalmente, tendemos a extralimitarnos con el consumo de estos manjares. El American Cancer Society recomienda que, durante el tratamiento oncológico se ingieran bocadillos pequeños (6 veces al día) durante el transcurso del día.

De esta forma, podrás, entre bocado y bocado, darte el gusto de disfrutar en pequeñas raciones las delicias de la

De esta forma, podrás, entre bocado y bocado, darte el gusto de disfrutar en pequeñas raciones las delicias de la época. Sí, habrá cosas que definitivamente, no podrás probar como los acostumbrados embutidos procesados, pero la comida, no es el espíritu de la fiesta, tú si puedes serlo.

Podrías combinar algunos de estos platillos:

  • Uvas con cubitos de queso (en suero, crudo, campesino curado o duro).
  • Natilla (Podrás comerla en pequeñas raciones durante el día).
  • Buñuelitos (Consúmelos pequeños, así podrás disfrutar de varios al día).
  • Fruta de cualquier tipo ya sea deshidratada o en trozos.
  • Gelatina o helado ya sea en crema o en agua.
  • Una porción de panettone (en varias raciones pequeñas durante el día o dos medianas).
  • Frutos secos como nuez, maní, almendras, habas. Puedes consumir una pequeña ración de mantequilla de estos frutos con pan tostado o galletas.
  • Endúlzate la vida con Miel o mermelada, eso sí, no te excedas.
  • Verduras o vegetales, huevo cocido duro (el plato frío es típico de estas fechas, sería una excelente opción) puedes consumirlo con mayonesa corriente, no baja en grasa.
  • Puedes consumir carnes evitando la ingesta de carnes rojas o procesadas.
  • Puré de papa o plato frío.

Que debo evitar en mi dieta cuando soy diagnosticada con cáncer:

Evita consumir Alimentos refinados o “Bajos en grasa” su procesamiento hace que tengan mayor carga química. Consume alimentos preparados al horno, hervidos o al vapor, así, consumirás las grasas sanas moderadamente que tu cuerpo necesita.

  • Evita los embutidos y carnes rojas.  (la mayoría de cenas navideñas son con pollo o pavo. No habría lío entonces)
  • Evita alimentos altos en sodio, ahumados o en conserva.

Otras recomendaciones:

De preferencia, come varias veces al día (pequeñas raciones). Es recomendable una comida grande y las 5 restantes, en raciones pequeñas.

Escoge un horario para ingerir la comida más grande y nutritiva del día. Es decir, si sientes más hambre en la mañana, entonces desayuna muy bien, caso igual si sientes más hambre a la hora del almuerzo.

Procura que los bocados que comas durante el día te doten de energía con su carga de calorías y proteínas.

Pide, o tu misma, separa tus raciones de las de los demás. Esto para evitar que los alimentos se contaminen con posibles patógenos que otros puedan transmitir por este medio. Evita comer alimentos servidos tipo buffet.

Las bebidas son fundamentales para hidratar el cuerpo. Aprovecha y bebe jugos o preparados que te proporcionen una buena carga nutricional como malteadas en leche y suplementos nutricionales. Evita tomarlas sobre las comidas, hazlo entre ellas al menos 3 a 4 litros al día.  

Recuerda, la actividad física es crucial para agilizar tu proceso metabólico, que, por esos días, andará lento. Camina, sube y baja escaleras, pregunta a tu médico que ejercicio puedes ejecutar; hazlo suave y en pequeños circuitos, esto te ayudará a sentirte mejor y disfrutar cada bocado.

En caso de presentar malestares avanzados:

  • Si estás sin apetito, no dejes de comer. Consume alimentos bajos en grasa.
  • Si sufres náuseas o vómito, evita los olores fuertes y las comidas muy condimentadas.
  • Tus defensas pueden estar bajas, evita consumir alimentos crudos derivados de las proteínas cárnicas.
  • En caso de presentar resequedad o llagas en la boca, procura alimentos húmedos y blandos.

Complemente esta información con este blog: Efectos del tratamiento oncológico y cómo contrarrestarlos

¿Hablamos o no del cáncer durante las fiestas?

Esta decisión es bastante personal y es primordial que, en cuanto te reúnas con tus seres queridos aclares si te sientes cómoda o no hablando del tema. Hay quienes hacen de la conversación sobre esto un ejercicio terapéutico, tanto para sí mismos, como para sus interlocutores. Otros, definitivamente no desean en lo más mínimo hablar del tema. Lo importante es que no dejes que te amargue la velada.

Aún diagnosticada con cáncer, hay que gestionar nuestras emociones

Los cambios de ánimo, los altibajos emocionales son muy comunes debido a los cambios físicos, el agotamiento y el inevitable vicio de reflexionar constantemente el por qué de tu actual estado de salud; aun así, debes aprender a conquistar y controlar tus pensamientos y emociones.

Sé amable contigo. Esto podría ser lo más relevante a la hora de gestionar nuestros sentimientos de frustración y rabia, pues solemos culparnos de la situación. Por ahora, enfócate en tus fuerzas, tus ganas de vivir, y tu potencial para enfrentar hasta los más duros obstáculos. ¡Sabes que puedes!

No te obligues a participar en las actividades. El cuerpo sabe lo que necesita y si te pide descanso, es bueno que lo escuches y complazcas. Sé muy sincera con tu familia y amigos respecto a cómo te sientes, es un asunto pasajero que incomodará un poco, pero que todos deben saber enfrentar.

Otra cosa que jamás debes dejar de lado, es la gratitud. Un medicamento para el cuerpo y para el alma tan sagrado como un milagro mismo. Haz de este sentimiento tu mantra. “Gracias por mi familia, gracias por estar viva, gracias vida por darme la oportunidad de luchar por ti, gracias por lo poco o mucho que aún puedo comer por mis propios medios, gracias, simplemente, gracias

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¿Puedo viajar diagnosticada con cáncer?

Por supuesto que sí. Siempre y cuando, el itinerario no interrumpa tus sesiones de tratamiento. Algunos médicos permiten combinar el tratamiento con medicamentos que harán su trabajo mientras viajas. De ser así, debes ser muy constante y disciplinada con la toma de estos.

Por otra parte, debes asesorarte sobre los cuidados fundamentales que debes tener durante la época de vacaciones. Los rayos del sol, la exposición a aglomeraciones, los cambios de climas severos y en algunos casos el uso de piscinas, son asuntos de tratar con seriedad, e incluso, de evitarlos a toda costa.

Procura realizar viajes cortos, de preferencia por carretera. Pero, si en tu caso vas a viajar en avión y tienes linfedema, no olvides usar una manga de compresión de buena calidad que garantice tu seguridad y bienestar.

Te compartimos este artículo en el que ahondarás más sobre el autocuidado durante tus días de descanso: ¡vacaciones seguras, vívelas sin miedo!

Soy cuidador y familiar ¿Qué debo hacer?

Inicialmente, actúa con naturalidad. Ni victimizar, ni sobreactuarse para crear un ambiente “fresco”, son actitudes que favorezcan al estado emocional de la persona diagnosticada con cáncer. Solo si ella quiere desahogarse contigo, escucha atentamente, no importa que no sepas que decirle, solo escucha y acompaña activamente.

Si tú eres el anfitrión, podrías preguntarle a la persona diagnosticada con cáncer qué necesita para sentirse cómoda, inclúyela en todas las actividades programadas y deja que ella decida si asiste o no, incluso si cambia de parecer a último minuto. Ahora que, si no quieres preguntarle, o ella se niega a manifestar las exigencias de su enfermedad y tratamientos, tú puedes investigar. Aquí te compartimos algunos consejos.

Si presenta fatiga o indisposición justo en los momentos de reunión como la cena, respeta su necesidad de tomar una siesta o aislarse un poco. Muchos de los cambios emocionales son involuntarios o están ligados a algún dolor. Compréndela y apóyala. Ya vendrán otras navidades. 

Así mismo, evita comentarios sobre su aspecto en los días en que no esté en su mejor momento. Evita incluso hacer el comentario cuando luzca genial, ya que, el día que no lo hagas, podría sentirse mal.

Si pasas las fiestas en casa de la persona diagnosticada, procura, antes de partir, dejar todo impecable; o por lo menos, ayudarle a adelantar oficios para no dejarle una carga pesada.  

Y si me comparte su sentir, ¿Qué hago?

En ocasiones, puede darse el espacio para que la persona diagnosticada con cáncer se desahogue contigo. En este caso, muchas veces no sabemos que decir, menos, como reaccionar. Aquí te compartimos algunos consejos útiles que deberás aplicar muy desde tu interior:

  • Cuenta conmigo. Manifiéstame si puedo ayudarte en algo.
  • En estos casos no sé qué decirte, es algo difícil de entender, pero igual, debes saber que me preocupo por ti, estoy contigo.
  • ¿Quieres hablar?, ¿Cómo sigues?

Lo anterior, exprésalo desde el corazón, con sentimiento. Jamás lo digas por decirlo. Si la persona muestra una actitud optimista y hace referencia con humor sobre sus síntomas y cambios físicos, síguele el ritmo, apóyala y ayúdale a ver positivamente el futuro, claro está, por ningún motivo, a menos que la confianza sea bastante estrecha, puedes implementar el humor como herramienta motivacional.

En las fiestas navideñas solemos abrir espacios para recordar, para hablar de los ausentes o para compartir historias, no obstante, por nada del mundo hagas comparaciones en caso de que conozcas a alguien más con el mismo padecimiento. Su caso es diferente, cualquier historia funesta puede alterar más sus emociones.

Ante todo, no tomes ninguno de sus cambios de humor a modo personal y ten mucha paciencia. Evita tratarle diferente a como de costumbre.

¿Cómo parte de su núcleo social, cómo podemos ayudarle en verdad?

Muchas pacientes han manifestado que, aunque saben que las palabras de aliento, y los intentos de consolación por parte de sus cercanos son sinceros, el verdadero apoyo que ellas necesitan es económico, teniendo en cuenta que se trata de una enfermedad de alto costo y que, el proceso de recuperación muchas veces requiere una importante inversión.

Durante y luego del tratamiento oncológico, los gastos suelen ser considerables hablando de cuidados especiales en la piel o en la zona afectada.

Dado el caso de presentarse una mastectomía o linfedema, los cuidados deberán ser permanentes, lo que acarreará gastos de la misma naturaleza. Una posible reconstrucción mamaria o el uso de un sostén especial y una prótesis mamaria externa, son de las inversiones más comunes que debe hacerse.

La ventaja, en el caso de la prótesis mamaria externa es que, al adquirirla esta puede durar hasta 10 años, si hacemos la conversión inversión = beneficio, el monto es considerablemente bajo.   

Claro, si lo pensamos saliendo solo de nuestro bolsillo, podríamos pensar que no es suficiente, sin embargo, podrías iniciar algunas causas que serían un éxito para apoyar económicamente a tu allegada diagnosticada con cáncer. Aquí te contamos algunas estrategias:

Puedes organizar una rifa, ojalá con un premio modesto, para así, poder sumar más a la causa. Otra opción es realizar una colecta entre cercanos, familia y amigos con un monto fijo como meta, así podrás, incluso, superar las expectativas, y tu ser querido quedará feliz y eternamente agradecida con ese gran regalo de navidad.

Como cuidador, amigo o familiar, esto podría interesarte: Compañía de seres queridos es clave en la salud emocional del paciente oncológico

Como ven, tanto paciente diagnosticada con cáncer como sus cuidadores, familiares y allegados, pueden aportar un poco para minimizar la presencia de la enfermedad en las fiestas decembrinas y en adelante. Todo radica en la buena actitud y en que adoptemos una visión positiva hacia el futuro.

No estarás bien por ahora, pero estás viva, y se te ha dado la oportunidad de reivindicarte con la vida y contigo misma. Ámate, ama tu tratamiento y a tu enfermedad, al final, siempre renaces más fuerte, ¡Invencible!

Felices fiestas para todos les deseamos desde el corazón. No olviden que en Livit, estamos con ustedes.