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Experiencias de una reconstrucción ¿Si o no?
Existen diversos factores que influencian la decisión de recibir una cirugía de reconstrucción mamaria, que cada mujer debe evaluar por sí misma.  

En ocasiones, sirve de gran ayuda escuchar las experiencias de otras mujeres, el motivo por el cual realizaron su elección, y como se sentían durante el proceso. Algunas de nuestras amigas han compartido sus historias sobre la cirugía recibida.

Mastectomía lateral con reconstrucción

Tomar la decisión para una reconstrucción mamaria puede ser complicado para aquellas mujeres que le han realizado una intervención quirúrgica en una de sus mamas. no todas las mujeres tienen problema con su reconstrucción, pero, estas dos primeras historias ponen de manifiesto algunas de las posibles dificultades:

No resultó como lo esperaba. ¡Que malas experiencias!

Rebecca G. de New York

Espero, las experiencias que a continuación les comparto, sirvan de mucho. Recibí una reconstrucción mamaria posterior a la cirugía de mastectomía. Antes de tomar la decisión había realizado las respectivas averiguaciones: “hablé con dos cirujanos plásticos. Uno, atendía a grupos de apoyo para la reconstrucción SHARE (un centro de investigación en Nueva York para cáncer de mama y ovarios) y otro sonorizado por JALBCA (Acción de Jueces y Abogados para Cáncer de Mama)”.

Sin embargo, el procedimiento quirúrgico resultó más incómodo de lo que esperaba. “Sentía el expansor tisular como un peso en mi pecho.  Realmente fue muy incómodo tanto física como emocionalmente. Llegue a pensar en un punto si era buena idea realizar la reconstrucción en el mismo momento que la mastectomía.

Nunca me rehíce el pezón. Tuve suficientes cosas hechas con mis pechos. Fue el sentido de humor de mi marido que realmente me ayudó.  Llamaba a mi pecho reconstruido “la teta bi Rebecca”. Explica su decisión de realizar una mamoplastia en la otra mama algunas años después: “Aparentemente se puede poner una persona en la luna, pero no se puede crear una mama caída de 47 años, tan solo pechos prominentes de una de diecisiete años.

Mi cirujano plástico recomendó realizar un implante en el otro pecho para que se asemejase.  Mis pechos siempre han tenido una forma péndula. Recuerdo mi cirujano comentando que tendría un magnífico escote tras la reconstrucción. Siempre he deseado tener un escote bonito pero mis pechos estaban demasiado separados.

Pregunté a todo mi equipo médico (oncólogos, radiólogos, cirujanos y ginecólogos) si la elevación del pecho afectaría a mi pecho “sano” de alguna manera. Todos estaban de acuerdo que no habría ningún problema. Pero los resultados fueron decepcionantes. Fue mucho más doloroso de lo que me esperaba.

También existía la posibilidad de perder la sensibilidad de este pecho también. No sé porque permití que los cirujanos me convencieran de esto.  Les dejé cortar un pecho perfectamente sano. Ya no parecía a mi pecho. Creo que pensé que después de la elevación volvería a ser “normal”, lo que quiera que signifique esto.

En cambio, me sentí como si hubiera perdido a los dos pechos. “Mi marido es la única persona con quien estoy desnuda y a él no le importa. ¿Y que importaba tener un pecho prominente y el otro caído? Creo que molestaba más al cirujano plástico que a mí.

Unos años más tarde, mi radiólogo me dijo que mi “mama cristalina derecha” tenía algunas zonas en las que le gustaría realizar una biopsia, dado que era imposible diferencia entre tejido cancerígeno y tejido de la cicatriz. La elevación mamaria fue realizada hace un año y el resultado de la mamografía me tiene aterrorizada.”

Lo acepto: soy parte del 20%

Nancy S. de California

Una biopsia relevó un tumor de 2.1 cm en el cuadrante inferior izquierdo de su mama. Por este motivo decidí que la mejor solución era una mastectomía. Para ser sincera, nunca consideré el no someterme a una reconstrucción. Hablé con ocho mujeres (juntas me compartieron muchas de sus experiencias,) que habían superado el cáncer de mama y dos cirujanos plásticos.

El primer cirujano plástico dedicó bastante tiempo hablando sobre las diferentes opciones disponibles. No tenía preferencia por ningún procedimiento. Me explico que las probabilidades de tener una infección eran más altas si se realizaba la reconstrucción con implante a la vez que la mastectomía, que si se esperase a una fecha posterior para realizar la cirugía con implante.

Era fácil hablar con él, me desvió la mente del cáncer y hacia consideraciones cosméticas. El segundo cirujano me enseño numerosas imágenes de procedimientos quirúrgicos con el procedimiento de cirugía reconstrucción Flap con tejido del abdomen. Me mostró numerosas imágenes del procedimiento que resultaron un poco molestas para mí, ya que soy una persona que le desagrada ver sangre e incisiones, etc.

Todo el enfoque sobre la reconstrucción fue posible debido a que la probabilidad de afectación ganglionar era muy baja. Mis marcadores tumorales no eran indicativos de una enfermedad más avanzada. La quimioterapia fue una posible opción debido a mi edad (49).

Me dijeron que la elección de una mastectomía también eliminaría la necesidad de la radiación.  Cuando me quitaron los vendajes tras la cirugía, estaba gratamente sorprendida por tener pechos (mi médico realizó una expansión con aproximadamente 200 CC de salino).

Sin duda redujo el impacto de la mastectomía.  Estaba muy contenta con mi elección. Finalmente, después de siete semanas, el médico me retiró el drenaje.  Ocho horas después tenía 40 ºC de Fiebre. Tras 24 horas de antibióticos vía intravenosa, el implante fue retirado. Al final, la experiencia no fue muy grata.

Estaba aliviada por tenerlo retirado porque podía proceder con la quimio y radioterapia. Tras la retirada del vendaje quirúrgico unos días más tarde, me di cuenta que tenía una nueva preocupación: Necesitaba una prótesis. No me había preparado para esta situación por lo que consulté las páginas amarillas y de camino al trabajo paré para comprar una prótesis de mama.

Igual pensarías que esto eliminaría para siempre mi deseo para la reconstrucción. Sin embargo, una vez que finalizaron los tratamientos y había transcurrido tres años, yo tenía la sensación de que la prótesis de mama era como una “tercera rueda”

Mis experiencias no fueron muy gratas. No podía llevar una camiseta sin sujetador mientras trabajaba en mi jardín por temor a que un vecino parase a charlar. “¿Me arrepiento de la decisión tomada? Sí. Pensándolo mejor, debería haber esperado hasta que supiera qué tratamiento posterior podría tener.

También debería haber sido más positiva e insistente con la retirada del implante. No dejaba de pensar que eventualmente mejoraría, pero al mantenerlo me creó un resentimiento hacia mi cirujano plástico por anteponer el aspecto de la reconstrucción frente a mi necesidad de deshacerme de los drenajes y proceder con el tratamiento.

Una vez en la playa hacía body surfing con mi sobrino de 12 años, enganché una ola y la surfeé, cuando de repente mi prótesis de mama salió de mi bañador. 

En otra ocasión cuando estaba de compras buscando un vestido de noche para una fiesta de navidad, me di cuenta de que no encontraba un vestido en que me sentiría segura al inclinarme, al menos que el escote estuviese a la altura de la clavícula. 

Eventualmente, fueron estos sentimientos que me llevaron a considerar nuevamente las opciones para una construcción por segunda vez. Buscaba mi “libertad” por decirlo de alguna forma. Volví a investigar más opciones.

Fui a tres cirujanos plásticos con la misma pregunta:” ¿Cuál es la tasa de éxito con un implante colocado debajo de la piel irradiada? ¿Cuáles son las complicaciones y cuáles son los porcentajes de cada uno? ¿Cómo sería el resultado final en comparación con un implante en una zona no irradiada?

Estaba dispuesta a considerar el uso de mi propio tejido para una reconstrucción con colgajo. El riesgo de encapsulación era del 20% y el resultado final de la piel no sería tan suave con la piel irradiada, además de posiblemente más difícil de igualar.

Hice muchísima lectura y me sentía a gusto con la tasa aproximada del 80% de éxito.  Me decidí por el implante para igualar la otra mama. La fase de expansión duró seis meses y fue muy bien.

La colocación del implante salino y elevación del pecho se realizó sin ninguna incidencia, hasta que seis semanas después de la cirugía experimenté una contracción capsular (cuando el tejido cicatricial se endurece alrededor del implante).

Desde entonces todo ha sido cuesta abajo. Hubo que retirar el implante encapsulado. Han surgido complicaciones desde la cirugía que llevaron a otra cirugía, una capsulectomía, en un futuro próximo. A pesar de las dificultades, mantengo una actitud positiva.

Sé que base mi elección sobre los informes y acepto que soy una del 20% que tienen complicaciones. Únicamente lo atribuyo a la mala suerte. Hecho de menos tener la opción de reconstruirme y la breve libertad experimentada cuando el implante me permitía más opciones de vestuario y diferentes tipos de sujetadores.  No obstante, ahora sé que no tendré una reconstrucción futura y que llevar una prótesis está bien.

Mastectomía lateral sin reconstrucción:

Orgullosamente, “la mujer de un solo pecho

Rose O. de California

Mis experiencias datan de septiembre 1994 fui sometida a una cirugía de mastectomía. La cuestión de una reconstrucción nunca surgió en ninguna de mis visitas al médico. No sabía que podía tener una reconstrucción a la misma vez que la mastectomía, por lo que pensé que la pregunta sobre la reconstrucción sería más adelante.

Finalmente volví para una cirugía de reconstrucción. Mi problema más importante era el equilibrio. Nunca he deseado la posibilidad de una reconstrucción, pero no me gusta la forma en que mi cuerpo no está equilibrado. Mi pecho natural es muy grande, por lo que a veces es un problema.

Mi cirujano plástico recientemente me comentó que podría considerar en una cirugía para la reconstrucción mamario con el fin de aportar a mi cuerpo mayor equilibrio.  Busque información sobre la reconstrucción, pero una vez leído la información decidí que preferiría que me retirasen la otra mama.

Basada en experiencias de otras mujeres, no sabía si mi seguro cubriría esta operación dado el tipo de cirugía.  Aún no he investigado la posibilidad.  Pienso que, si tuviera la seguridad que el implante no se encapsularía o algo similar, consideraría una reconstrucción. Ahora mismo no estoy preparada para tomar el riesgo.

En ocasiones, vivir con una prótesis de mama puede resultar algo gracioso. Hace un par de semanas me ocurrió algo gracioso.  Estaba en casa en frente del ordenador y no llevaba un sujetador con bolsillo, por lo que la prótesis de mama se deslizaba del sujetador hacia el centro. Me estaba volviendo loca, por lo que me quité la prótesis y la dejé encima de la cómoda.

Estaba cuidando a mi nieto de tres años en ese momento, y me olvidé de que estaba en la habitación conmigo.  Sus ojos se abrieron como platos, y caminó hacia lo cómoda y con su dedito la tocó. Salió corriendo hacia mi marido y le dijo ` ¡Abuelo, lo he tocado!  ¡Ewww!. 

A pesar del momento embarazoso, me siento cómoda siendo una mujer de solo un pecho. Pienso que la aceptación total por parte de mi marido, y no importarle de que tenga un solo pecho, ha sido muy importante en cómo me sentía cómodo con los cambios corporales. 

Después de siete años de la cirugía y tener solo un pecho, se ha convertido en lo que soy. Me gusta decir que tengo alguna cicatriz de las batallas, pero que he ganado la guerra contra el cáncer. Espero mis experiencias les sirvan”

Mastectomía bilateral sin reconstrucción

¡Mejor sin nada!

Lynne D. de Canadá.

Inicialmente, me realizaron una lumpectomía, cuando el informe de patología indicó que necesitaría más cirugía, y en cuyo caso mi elección fue una mastectomía bilateral. Elegí no ser reconstruida. En principio, no tendría pechos, hecho que en nuestra sociedad tiene un impacto más sobre el atractivo sexual.

Podría llevar prendas más escotadas, bañadores y sujetadores normales, sin el riesgo de que el sujetador se subiera. No quería pasar por cirugía innecesaria. Los implantes salinos implican más cirugía en caso de encapsulación del tejido cicatrizante o drenajes.

La mama reconstruida no tendría el mismo aspecto que la mama natural. Reconstrucción mediante FLAP requiere aún más cirugía, y no estaba dispuesta a considerar el dolor, riesgo de infección ni la cicatriz. Aunque pensé que la técnica Flap con tejido abdominal podría ser una buena opción. También sentía que cualquier tipo de reconstrucción dificultaría cualquier detección futura.

Mastectomía bilateral con reconstrucción

Solo quedan las gratas experiencias

Pamela S. de California.

Hace más de una década (lo suficiente para acumular demasiadas experiencias), me realizaron una mastectomía subcutánea bilateral de forma profiláctica.  Una mastectomía subcutánea es una cirugía que conserva la piel y el pezón.  

Como una mujer en los treinta, con ninguna evidencia de la enfermedad, pero si con un fuerte historial familiar de mamografías interpretables, no hubiese tenido una mastectomía tradicional, ni mi cirujano lo habría realizado.

La única opción disponible para mí (sin considerar no hacer nada) era una mastectomía subcutánea con el implante inmediato debajo del músculo pectoral. Conseguí varias opiniones secundarias e investigué mis opciones en profundidad.

Mi cirujano plástico me mostró su experiencia enseñándome fotos de otras pacientes a quien le ha realizado el mismo procedimiento quirúrgico. Mi marido, que es cirujano ortopédico, fue de gran ayuda con los temas clínicos para tomar la decisión y un gran apoyo emocional.

Más de 10 años después, mi preocupación en el momento de la cirugía eran los resultados cosméticos. Resultó que tuve un muy buen resultado. Si no comparto mis experiencias, nadie sabría que fui sometida a una mastectomía bilateral con reconstrucción.

Adiós al sostén

Barbara D. de California.

Fui sometida a una mastectomía bilateral tras su segundo diagnóstico de cáncer de mama. Tanto mi abuela como mi madre tuvieron cáncer de mama. Mi hermana eligió mastectomía profiláctica con reconstrucción.  Había visto su reconstrucción, por lo que cuando mi cáncer volvió, sabía que quería mastectomía bilateral con reconstrucción.

Sin embargo, no me realizaron la reconstrucción en el mismo momento que la cirugía para el cáncer de mama. Cuando fui a ver el cirujano plástico antes de la realización de la mastectomía, me comentó que debería esperar algo de tiempo para realizar el proceso de cirugía de reconstrucción. 

Lo había confirmado cuando le visité justo después de mi cirugía.  Aparentemente el cirujano necesitó raspar bastante tejido cancerígenos de la mama, por lo que necesitaba tiempo para cicatrizar. En cuanto a los resultados: Debido a la gran retirada que tuvo que realizar el cirujano, no había suficiente tejido para la expansión. 

Mi cirujano plástico no creía en rellenar en totalidad la cavidad, con el fin de permitir que los implantes se muevan un poco y dar una apariencia más natural. Con tejido de mi ingle, creó los pezones. Tienen un aspecto muy natural.

Además, tenía sensibilidad en la piel donde tengo los implantes. Aparentemente esto no sucede a todo el mundo. Estoy muy feliz con mi reconstrucción. Me encanta la posibilidad de no tener que llevar sujetador. Tan solo tengo uno, que no me pongo muy a menudo.

¿Tomar la Decisión basado en las experiencias de otros?

Hay muchas razones (incluyendo las emocionales) y diversas prácticas para elegir o no elegir la reconstrucción.  Es una decisión profundamente personal que puedes orientar de acuerdo a las experiencias de otras mujeres. La única opción “correcta” es la que se adapte a tus circunstancies particulares. A veces las circunstancias cambian y hay que volver a evaluar tus opciones, pero reconocer tus propios sentimientos, es el paso más importante. Si quieres saber más sobre las ventajas de la prótesis externa, pincha aquí.

Sea cual sea tu decisión, si necesitas ayuda para lograr el equilibrio y la simetría adecuada para sentirte bien, Amoena y Livit estaremos aquí para auxiliarte.

Adaptado a Colombia – Usado con permiso de Amoena. 

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Livit, ¡siempre contigo!