Octubre cada año cobra mayor fuerza como el mes de la sensibilización y la prevención contra el cáncer de mama y esto, aunque no lo parezca, ha cambiado la vida de millones de mujeres alrededor del mundo, ya sea porque las concientizó de la importancia del autocuidado o porque las visibilizó como sobrevivientes. Pero, qué tal sí, ¿Pintamos de Rosa todo el almanaque?
El cáncer de mama no es rosa
El cáncer de mama, es uno o varios tumores malignos que afectan principalmente a la población femenina y en un 1% a la masculina. El cáncer se forma a partir de un crecimiento descontrolado en las células del recubrimiento mamario. Este crecimiento puede ser causado por diversas situaciones como una mala alimentación, malos hábitos de vida, algunos vicios como el cigarrillo, intoxicación del organismo de forma permanente con agentes químicos externos, y hasta por herencia genética.
Al ser tan cercana esta zona con una de las ramificaciones de ganglios linfáticos más abundantes del cuerpo, suele ser común que este invada dichos ganglios, presentándose así la indeseada metástasis.
En Colombia, al igual que en otros países como Argentina, 1 de cada 8 mujeres padece esta enfermedad, en su mayoría están entrando a su etapa de adulto mayor. La buena noticia es, pese al promedio, que los decesos por su causa han disminuido sustancialmente.
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Si, casi todo depende de ti
Si bien es cierto que existen importantes fallas en el sistema de salud que han vulnerado el bienestar de cientos de pacientes diagnosticadas y de otras tantas que aun con pruebas médicas no fueron atendidas a tiempo, depende de ti como mujer desviar el camino hacia un diagnóstico seguro.
Como seres autónomos y por el gozo de tener derechos específicos como tal, es nuestro deber, desde la misma etapa de desarrollo aprender a detectar las señales de alerta, aprender a hacernos el autoexamen, saber cuál es la ruta de acción a seguir y si esa no funciona, debemos saber como apelar por nuestros derechos básicos de salud. Sí, todo, lo que está en tus manos y lo que está en manos de terceros, depende de ti para no cruzarte con el cáncer.
Si no duele, no existe
Uno de los principales errores de la mayoría de mujeres es asumir que, como jamás han experimentado dolor alguno en sus senos, incluso presentando anomalías en su estructura, son inmunes al cáncer de mama, ¡Craso error!
Existen cánceres que se desarrollan de forma profunda en tejidos que aun con la tecnología más avanzada son difíciles de detectar. Muchas veces, este cáncer es adquirido de forma hereditaria en su genética, pero muchas mujeres suelen limitar su línea ancestral a su madre o abuelas materna y paterna, desconociendo totalmente la posibilidad de una bisabuela o una tatarabuela víctimas de esta enfermedad.
Es por eso que, aunque por situaciones adversas o desigualdades no tengamos contacto o conocimiento de nuestra línea genética, debemos buscar la manera de informarnos sobre ellos y sus padecimientos de salud.
Esto no solo nos podría prevenir sobre un cáncer de mama, sino sobre otras enfermedades hereditarias tan comunes como la diabetes, problemas psiquiátricos, insuficiencias cardiacas, entre otras. En un buen ejercicio que a veces puede resultar alentador y hasta honroso. ¡Arranca ya! Siempre hay un tío o tía perdidos que saben de la historia familiar.
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Una reflexión
En las marchas del octubre Rosa solo vemos mujeres adultas, ya sean pacientes en proceso, supervivientes, acompañantes de estas, expertos en el tema y una que otra figura pública que apoya la causa, pero, ¿Qué tal si comenzamos a incluir en este movimiento a las niñas y niños en etapa de desarrollo?
Exponerlos a esta realidad no les va a resultar traumático, por el contrario, les será de gran ayuda para, en el caso de las niñas, comprender las señales de su cuerpo. Aprenderán a amarlo como propio, asumiendo la responsabilidad del autocuidado.
En el caso de los varones, se harán consientes también del diminuto riesgo que corren de padecer esta enfermedad y por supuesto, se harán seres más empáticos y sabrán cómo reaccionar y accionar en un futuro incierto en el que podrían compartir con una madre, una hermana, una maestra, una esposa o una amiga que enfrente este tipo de cáncer.
Animémonos todos a expandir esas mentes desde ahora. ¡Que la prevención no llegue en la adultez cuando ya, posiblemente, sea muy tarde!
¿Pintamos de Rosa todo el almanaque?
Aunque, no hay que menospreciar el poder de los casi 40 octubres que han sido la alfombra Rosa para llevar a fin tan noble causa como lo es la de pedagogizar a las mujeres y hombres de todo el mundo sobre una enfermedad técnicamente fácil de evitar, podríamos aprovechar los otros meses para seguir visibilizando esta problemática no solo para quienes ya lo viven.
Si hoy una mujer no se enteró del mes Rosa, si desconoce su significado y toda la información preventiva que este le podía ofrecer, podría correrse el riesgo de que, para ella, el próximo octubre sea tarde y ya esté en un proceso oncológico.
Si un solo mes al año ha logrado transformar la perspectiva de tantas mujeres y ha salvado la vida de otras tantas, ¿Te imaginas lo que sucedería si pintamos de Rosa todo el almanaque?
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Tarea en casa
Algunas de estas tareas quizá ya las has ejecutado, pero no está de más que revises el check, que lo compartas y te comprometas contigo misma y con tu salud y la de las que te rodean:
- A partir de mis 20 años debo realizarme el autoexamen de mamas entre los 3 a 5 días después del inicio del ciclo menstrual
- A partir de mis 40 años debo visitar a mi mastólogo o clínica de confianza para un chequeo más profundo como una mamografía.
- Debo adoptar hábitos saludables como dejar de fumar, evitar usar en mi cuerpo productos con cargas considerables de químicos. Ejercitarme y transformar mi consumo en algunas cosas será un buen inicio.
- Si estoy recién diagnosticada, buscaré asesoría para saber cómo enfrentar y terminar mi tratamiento con éxito sin afectar mi rutina de vida.
En Livit estamos para asesorarte sin costo alguno si estás enfrentando cualquier etapa de un cáncer de mama u otro, para nosotros, que hemos enfrentado ese monstruo es crucial ayudar a las mujeres que más podamos. No dudes en contactarnos. 313 296 09 08